sábado, 25 de mayo de 2013

Cosquillitas&pataditas

Estaba deseando sentirlas... ¡y ya no puedo vivir sin ellas!

Creo que es lo más bonito que me ha pasado nunca y supongo que lo será hasta que nazca y me mire con sus ojos, me coja la mano o me llame mamá.

La primera patada la sentí claramente el 9 de marzo. De repente, algo se agitó y PUM! Patadón. Qué cosa tan tierna.

Pero antes de las patadas estaban las cosquillitas. Recuerdo que era alrededor de la semana 15 y un buen día sentí que "algo" me hacía cosquillas por dentro. Pensé que era la camiseta, que me había rozado. Pero al momento, otra. Me habían dicho que la sensación era muy rara y que el principio se sentía como si hubiera una culebrilla reptando por dentro. También había leído que era como si explotaran palomitas de maíz. Muchas madres decían que era como tener burbujas de jabón flotando por dentro.

Para mi era el aletear de una mariposa. Normalmente lo sentía en el trabajo. Recuerdo haber dudado mil veces al principio y llegar a pensar que me lo estaba imaginando. Pero poco a poco fueron intensificándose hasta que aquel 9 de marzo me dio el golpe más bonito de mi vida.

Desde entonces se han convertido en diarias y fortísimas. Es su manera de darme los buenos días, las buenas noches, las buenas madrugadas... ¡no para!


Pero a mi me encanta. Y a su padre ni os cuento. Durante todo el embarazo he intentado hacerle partícipe de todo lo que me ha pasado, de todo lo que he sentido. Sin duda, la gran ventaja de ser mujer –entre otras muchas– es poder quedarse embarazada. Así que todas las noches, cuando me tiendo en el sofá –lo confieso, sentarse ya no es para mí– pone la mano para sentirlo. Es nuestro momento del día.

La mayoría de libros e informaciones sobre embarazo recomiendan contar los movimientos del bebé, porque que disminuyan puede ser síntoma de que hay algún problema. La verdad es que no me hace falta contarlos porque mi niño no para, cosa que agradezco.

Ya puedo estar durmiendo, haciendo una entrevista, en una reunión, en un museo o en el cine. Ahí está él, dando volteretas y haciendo kung fu.

¡Y yo encantada!

¿Qué recuerdos tenéis de los movimientos de vuestros hijos? 
¿Esperáis poder sentirlos en las próximas semanas?

Objetivo mamá

No hay comentarios:

Publicar un comentario