Se acerca el día... quedan apenas 48 horas para conocer a mi niño. ¡Y cuantos sentimientos, emociones y nervios siento! Tanto tiempo esperando y saber el día B me pone aún más nerviosa.
Llevo varios días preparando este post, haciendo fotos y ultimando para enseñaros cómo es el cuarto de mi bebé.
Nuestra casa tiene tres dormitorios y desde primera hora decidimos que su cuarto sería el más pequeñito y recogido, con la idea de que lo aproveche después su futuro hermanito o hermanita.
Antes era uno de esos cuartos que almacenan mil cosas. Tenía una estantería llena de libros y pulseras y collares y una mesa con miles de marcos de fotos –adoro las fotos– y un ordenador. Ahora es un cuarto muy cuco que hemos preparado con mucho cariño.
Á lo pintó durante varios días, le costó sudores e ir varias veces a por pintura, no fue fácil quitar el color anterior y dejarlo en celestito. Admito que no me gusta mucho eso de azul para niño, rosa para niña... pero al final he sucumbido y, sobre todo, me apetecía un color claro y vivo.
Al principio pensamos en poner papel pintado, pero Á quería que el niño creciera rodeado de animales, ¡y allá que fui! Horas y horas de búsqueda concluyeron con el descubrimiento de la marca Mandarina y Tulipán. Una empresa de vinilos personalizados que nos cautivó, especialmente su modelo Selva Aventura. Así que la pared en la que lo hemos colocado es finalmente blanca, para no cargar demasiado el ambiente. Los muebles son de Micuna y son color blanco, como las puertas del armario, y el resto de la decoración también. Queríamos sencillez. Para mi, menos es más. Siempre.
Otros complementos son la archiconocida lámpara de Ikea de papel y una alfombra de la diseñadora Lorena Canals, que tiene verdaderas maravillas. El banderín es de El bazar de las Cosas Molonas, que lo compré hace mil para la ocasión. La chichonera –chulísima– es de Vertbaudet y la colcha de estrellitas de Zara Home.
El resto de detalles son una estantería, también de MiCuna, un cuadro-tendedero para colgar sus cositas y una lámina de Lovely Paper de la que me enamoré hace un año y que ya había regalado al hijo de unos amigos.
Pero esta es su habitación, y como sabéis a los bebés les hace falta de todo. El mío aún no dormirá en el suyo, sino que lo hará con nosotros en nuestro dormitorio. Lo hará en un moisés familiar en el que hemos dormido todos los primos y sobrinos que a mi madre y a mi abuela les hacía especial ilusión que utilizara. Es muy grande, así que creo que lo aprovechará bastante tiempo.
En cuanto al carrito no nos hemos complicado nada. Nos metimos en foros, blogs y páginas, y creemos que el Jané Muum es, en relación calidad precio, el mejor. Hemos comprado el de tres piezas para que pueda aprovechar al máximo cada una de ellas. Aquí tenéis la foto del capazo, hemos elegido el carrito en color beige y chocolate, para que vaya con todo. Además a mi me parece muy elegante. El bolso es de Mayoral, en crudo.
Y para terminar con las grandes inversiones tenemos la bañera, a la que también le hemos dado mil vueltas. Después de consultar a nuestros amigos con bebés recientes sobre lo mejor, terminamos por decantarnos por una que se acopla sobre la bañera de adultos. ¿Que por qué? Pues porque las casas de hoy día no son demasiado grandes y nos parecía un fastidio poner la bañera en el dormitorio e ir y venir con la cuba con las consiguientes pérdidas de agua o tener una que se plegara. Como tenemos otro baño con un plato de ducha que es el que más usamos y la bañera apenas, decidimos adquirir esta de Cam, que además está muy bien de precio: 50 euros.
Estas son nuestras adquisiciones, aunque la principal llegará el sábado, DM. Ojalá todo salga bien, estoy deseando tener a mi gordito conmigo.
Feliz semana...
Objetivo Mamá